Estamos
ante la piedra angular del hard rock de hoy y de siempre. Acaso la banda mas
importante e influyente del rock duro a lo largo de su historia. Presentando
diversas formaciones en su dilatada carrera, sabiendo superar la ausencia de
dos de sus fundadores y pilares del grupo como el gran Ritchie Blackmore y el fabuloso tecladista Jon Lord.
En
2013 publican Now What!, el decimonoveno trabajo de su brillante discografía que
describiré al detalle.
Me
resulta un disco camaleónico, arriesgado, inclusive su caratula es un fiel
reflejo de lo que encontramos en el interior, va mutando tema a tema, siendo
heterogéneo de principio a fin, sin seguir una línea en particular, en la que
han dado rienda suelta a la creatividad, a la exploración de atmósferas; y
estilos musicales como nunca antes lo había hecho DEEP PURPLE. No sé
cómo les pueda llegar a parecer a los más devotos de la banda, pero en cuanto a
calidad y genialidad musical, el álbum rebalsa por todos lados. Y lo más
importante es que el espíritu y sonido de la banda están presentes en todos los
cortes.
Algo
que me llama mucho la atención es el destacado protagonismo de Don Airey, haciendo un trabajo soberbio
en el teclado, rindiendo un sentido homenaje al estandarte teclista en la historia
del rock, el recordado Jon Lord.
Se abre el telón con “A Simple Song”, un comienzo melodioso muy relajado en el que se aprecia una guitarra blues en la que se adhiere un Gillan inspirado y profundo. Pero al minuto 2 exactamente la banda descarga de forma potente en una andanada de clásico hard rock setentero, reafirmando que todavía saben muy bien lo que hacen. El riff tritura sin piedad y Airey rinde homenaje a Lord con un excelente solo.
“Weirdistan” comienza con un riff duro,
custodiado por la base rítmica de Paice y Glover que marcan el ritmo de
la canción. Aquí llama la atención el galáctico solo de Don Airey y los
efectos que emana de su prodigioso teclado a lo largo de su camino; aportando
corriente fresca al sonido clásico de DEEP PURPLE. Tema que suena épico
y grandioso, reafirmando la capacidad creativa de estos genios que parece no
tener fin.
Parece el comienzo de una clásica película de ciencia ficción para dar paso a los teclados que se visten de gala, simulando ser una sinfónica que dá comienzo a “Out Of Hand”, donde Gillan parece estar a tono con Ozzy pero con el sonido característico de Purple, con un ritmo que hipnotiza a cualquiera, muy melódico, tanto en la estrofa como en los coros, aclarando que todavía tiene garganta para conmover y transmitir. Luego entra un solo que pareciera ejecutado por Blackmore; es un momento de goce en el disco, con teclados que dan un final sinfónico que cae perfecto.
Comienza “Hell to Pay” y pensé en los cinco primeros segundos que era el comienzo de I Surrender de Rainbow, una delicia de canción, que te lleva a las entrañas del Hard rock 70s, acompañando un hammond que se encuentra en plena forma, con un cruce de guitarra y teclado muy al estilo de la banda en su mejor época. Airey rescata el sonido del Hammond haciéndolo sonar perfecto, repito que es el gran protagonista del disco; en un solo que a más de uno hará recordar al maestro de las teclas del rock. En esta canción hallas al viejo Purple. Luego viene “Body Line” con una batería que marca la pauta para que Morse se columpie con su guitarra, en un gran riff contagioso entra Gillan para llegar al estribillo, una canción que puede sonar ochentera.
Un
bajo imponente y un teclado sintetizado ejecutan la apertura de “Above And
Beyond”. Un medio tiempo cálido con pulcras melodías que florecen de las
teclas. Gillan parece disipado vocalmente pero con gran carga emotiva
que puede emocionar. Parece una canción que no fuera del repertorio de la
banda, demostrando que a pesar de su veteranía, hay tiempo para explorar nuevos
horizontes de la mejor manera.
“Blood From a Stone” es la balada del disco, con tintes de jazz que profesa el teclado, una canción que sirve para dar una pausa y relajar al escucha con grandes solos, para llegar al coro con dosis del mejor hard rock de la banda.
“Uncommon
Man” tema de
corte progresivo de finales de los setenta hasta sonar a Emerson Lake &
Palmer, hasta la entrada de Gillan para decir esto es Purple muchachos. Don
Airey demuestra su versatilidad e inspiración en el solo del teclado. Mientras “Apres Vous” es un tema clásico de
hard rock, con una base rítmica que permite un encuentro de guitarra y teclado
que suena genial. Luego viene la balada
“All the Time In The World” que
Gillan la interpreta magistralmente, demostrando que esos tonos le van muy bien
y los domina a la perfección, con un solo de blues ejecutado con la finura de Morse.
“Vincent
Price” empieza con
una introducción del órgano, haciendome recordar a Mr. Crowley de Ozzy
compuesta por el mismo Airey, es un
tema tétrico y oscuro con una interpretación macabra de Gillan, parece el soundtrack de una película de terror al estilo de
Hitchcock, genial y arriesgado tema que complementa bien el álbum.
“It Will Be Me” es un bonus-track que viene en la edición limitada. Canción de rock
sureño con aroma a cowboys y tabernas, que sale del clásico sonido del grupo, dándole
un cierre audaz a esta gran obra.
No es un disco donde encontrarás temas que quedarán en lo mejor de su discografía probablemente, pero encontramos un trabajo en donde el grupo arriesga hacia nuevas direcciones musicales, demostrando su calidad para componer canciones fieles a su estilo. Obteniendo como resultado una gran obra de rock clasico ¿Qué dirán los acérrimos fans de la banda de esta arriesgada producción?
Ian Gillan (Vocals)
Roger Glover (Bass)
Ian Paice (Drums)
Don Airey (Keyboards)
Steve Morse (Guitar)